Según información preliminar, los sindicados por el delito de extorción, habrían fijado sus demandas en contra de una cadena de supermedianos instaurada en el mencionado municipio. Estos actos abrían puesto en alerta a la institución comercial, dado que el administrador del establecimiento afectado, fue señalado por los delincuentes en una carta donde firmaban con la identidad del grupo criminal de las Farc.
Como se ha podido evidenciar, en el departamento de Nariño no sería la primera vez que actores ilícitos se basan en autodenominarse actores criminales pertenecientes a la extinta Farc, dado que se basan en el temor que produce aún las palabras expuestas por parte de la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia, valiéndose de ello para solicitar demandas extorsivas a comerciantes y empresarios.
Pese al temor de los directivos del almacén comercial, se dio el respectivo denunció hacia las autoridades, quienes de manera pronta siguieron el caso dando como resultado la identificación de los autores del amenazante comunicado.
Se trataba de Favio Luis Villota Benavides y Brayan Stiven Tenorio Cuajiboy, quienes exigían una fuerte suma de dinero al gerente del almacén mediante un numero de teléfono e instrucción que la víctima debía seguir para salir ilesa de la situación. No obstante, la actuación judicial fue pronta y efectiva, dando con la detención de los dos señalados, quienes fueron imputados ante los cargos de extorción.
El procedimiento se llevó a cabo después de que los dos jóvenes presuntos guerrilleros recibieran una suma de dinero de aproximadamente siete millones, de tal manera en una acción cooperativa la Policía y el Ejército Nacional interceptaron a los sindicados para dar con su respectivo arresto y ser dejados a disposición de un juez el cual emanó su sentencia en un centro de reclusión.




