Luego de varias jornadas intensas de búsqueda adelantadas en las últimas horas fue hallado sin vida el cuerpo del pequeño Ian Estiven Díaz Burbano, un niño de apenas cinco años que había sido arrastrado por una creciente súbita en zona rural del municipio de Descanse, Cauca, el pasado sábado 5 de abril.
El trágico hallazgo se produjo en la vereda El Bombom, jurisdicción del municipio de Puerto Guzmán, Putumayo, zona que limita geográficamente con el Cauca. Hasta allí llegó el cuerpo del menor, transportado por las aguas que aumentaron su caudal debido a las intensas lluvias que se registraron en la región durante el fin de semana dificultando a su vez que fuera posible dar con la ubicación de manera rápida del cadáver, no obstante, tras más de cuatro días de búsqueda se logró su localización.
Desde el momento en que se conoció la desaparición del menor, los esfuerzos no se hicieron esperar. Organismos de socorro, defensa civil, bomberos y comunidad en general, incluidos varios resguardos indígenas, unieron voluntades para emprender una búsqueda incansable. Con machete en mano, a pie o en embarcaciones improvisadas, recorrieron quebradas, ríos y zonas de difícil acceso.
“La unión y solidaridad de la gente fue inmensa. Nadie quería rendirse. Todos manteníamos la fe de encontrarlo con vida”, comentó uno de los líderes comunitarios que participó en las labores.
El accidente ocurrió el sábado 5 de abril en horas de la tarde, cuando se presume que una súbita crecida de un afluente sorprendió a varias personas que se encontraban en la zona rural del municipio de Descanse. La fuerza del agua fue tal que arrastró al pequeño Ian Estiven, quien estaba acompañado por su familia. A pesar de los intentos por salvarlo, la fuerza del caudal no lo permitió siendo la última vez que lo vieron con vida.
