Tristeza ha generado el sensible fallecimiento de la religiosa Hilda Botía Flórez, quien se desempeñaba como docente en el colegio San Agustín de Popayán ubicado en la carrera 7 con calle 7 del barrio El Empedrado de Popayán.
Algunas personas cercanas a la Hermana, indicaron que ella se encontraba internada en una clínica de la ciudad, donde, al parecer, se generó un incidente, lo que afectaría más su salud. Por esta razón, la comisión de veeduría de salud de Asoinca, denunció posible negligencia médica. En un comunicado a la opinión pública manifiestan que, una religiosa viajó desde Bogotá para estar al pendiente de la evolución de su compañera, expresando su preocupación por el estado de salud
Según lo dado a conocer: “ella ingresó el 12 de septiembre, el 14 le hicieron una punción abdominal para extraerle líquido, durante el fin de semana, se obstruyó el catéter que le habían dejado para drenar y hasta el martes siguiente se lo volvieron a colocar porque el cirujano no estaba en la ciudad”. Además, expresó en su momento la preocupación que tenía por el estado de la Hermana Hilda, porque no había un diagnóstico claro y por la falta de atención especializada.
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Desde la comisión de veeduría de salud de Asoinca pidieron una investigación: “solicitamos a las autoridades competentes realizar una exhaustiva investigación por este tipo de denuncias, a Cosmitet y a la clínica”. Hasta el cierre de esta edición no había un pronunciamiento oficial por parte del centro médico.
Por otro lado, la comunidad educativa del Colegio San Agustín, expresó su tristeza por la partida de la Hermana Hilda, algunas personas agregaron que la recordarán por el cariño y dedicación, así como por el amor hacia la docencia: “La Eucaristía por el deceso de la Hermana Hilda se realizó en la Parroquia San Agustín y posteriormente será llevada a Bogotá”. Así mismo, algunas estudiantes y padres de familia aseguraron que su dedicación y entrega incentivaba a continuar preparándose para un mejor futuro, “que el Señor la reciba en su santa gloria”.
