El primer ministro israelí Naftali Bennett anunció que todos los israelíes de más de 60 años, y el personal sanitario, podrán beneficiarse de una cuarta dosis de las vacunas contra la COVID-19, en pleno aumento de los casos relacionados con la variante ómicron.
Bennett afirmó que el Ministerio de Sanidad había dado su acuerdo para esta cuarta dosis, dos días después de que se le hubiera administrado a las personas vulnerables: «la ola de ómicron está aquí y debemos protegernos», declaró.
Tras la campaña de refuerzo del verano pasado, las autoridades dieron luz verde el jueves a la cuarta dosis para las personas inmunodeprimidas.
El domingo, las autoridades confirmaron 4.206 nuevos casos en las últimas 24 horas, un 195 % más que la semana pasada: «podríamos tener pronto 50.000 nuevos casos al día» alertó Bennett, que también insistió en la vacunación masiva de aquellos adultos y niños que no lo hayan hecho.
En este país de 9,2 millones de habitantes, donde la mitad de la población recibió la dosis de refuerzo, los casos graves se dan sobre todo en personas no vacunadas, según los datos publicados por las autoridades.
En total, desde el inicio de la pandemia, se han registrado 1.394.407 contagios en Israel, y 8.244 muertos, según datos oficiales.




