En el barrio Las Lunas, la comunidad ha manifestado su creciente preocupación por la permanencia de viviendas que, según denuncias, estarían siendo utilizadas como puntos de expendio de sustancias ilícitas. Esta situación ha generado un entorno de riesgo no solo para los habitantes tradicionales del sector, sino también para familias migrantes que han llegado en busca de oportunidades.
El líder comunitario Darío Moreno aseguró que la problemática ha tomado nuevas dimensiones con la llegada de migrantes, algunos de ellos acompañados de sus hijos pequeños: “Es preocupante ver a padres con bebés en un ambiente donde los vicios están tan presentes. Esto pone en riesgo el futuro de los menores y deteriora aún más la seguridad del barrio”, advirtió.
Por su parte, la residente Argenis Rodríguez pidió que se adopten medidas urgentes: “La situación se sale de control, aquí lo que está en juego es el bienestar de toda la comunidad. Necesitamos que las autoridades intervengan y que también se brinde apoyo a quienes llegan en condiciones de vulnerabilidad”, enfatizó.
Los habitantes de Las Lunas coinciden en que se requiere una estrategia integral, que combine acciones de seguridad con programas sociales y comunitarios que permitan ofrecer alternativas a jóvenes y familias que podrían estar en riesgo de caer en entornos de consumo y microtráfico. Las autoridades locales han sido llamadas a actuar de manera inmediata para frenar la problemática, mientras la comunidad insiste en que la unión vecinal y la solidaridad con los más vulnerables son claves para devolver la tranquilidad al barrio.




