La agresión al menor Samuel generó controversia entre las versiones y las responsabilidades involucradas.
El pasado domingo 15 de diciembre, un menor de 3 años fue mordido en la cara por un perro en la plaza de mercado del norte de Tunja. Este incidente, inicialmente relacionado con un presunto intento de rapto, ha desatado una serie de versiones contradictorias y una disputa sobre las responsabilidades de los involucrados.
Lo que se sabe
Según los familiares del niño, un hombre habría intentado raptar al menor y, durante este intento, el perro que lo acompañaba mordió al niño. Sin embargo, la Policía Metropolitana de Tunja, a través de un comunicado oficial, desmintió esta versión, asegurando que el intento de rapto era falso. Según las autoridades, el incidente fue consecuencia de una situación desafortunada en la que el perro reaccionó de forma descontrolada ante la presencia del menor. Esta versión resalta la importancia de que tanto padres como propietarios de mascotas sean conscientes de las responsabilidades que tienen en espacios públicos.
Controversia y opiniones divididas
El suceso ha generado una ola de opiniones divididas en la comunidad. Por un lado, algunos ciudadanos critican a los padres del niño, argumentando que un niño de esa edad debe estar siempre bajo supervisión directa. “Los niños deben estar siempre bajo la mirada de sus padres. Este tipo de situaciones pueden evitarse con una mejor vigilancia”, comentó un vecino de la ciudad. Por otro lado, hay quienes responsabilizan al dueño del perro, ya que el animal no llevaba bozal y no se tomaron las precauciones necesarias para evitar el ataque.
Reacciones en redes sociales
A través de las redes sociales, una mujer, pariente del menor, expresó su descontento y exigió que se le dé el tratamiento judicial correspondiente a la persona responsable del ataque. Según la mujer, el menor tendrá que someterse a una cirugía debido a la gravedad de las heridas. «Que caiga todo el peso de la ley», insistió la mujer en sus publicaciones. Las opiniones siguen siendo divididas; mientras algunos culpan a la madre del niño por su descuidado manejo en la calle, otros insisten en que la responsabilidad recae sobre el dueño del perro.
La importancia de la responsabilidad
La situación ha resaltado la importancia de que tanto los padres como los dueños de mascotas asuman las responsabilidades adecuadas para evitar incidentes similares. El ataque de un perro puede tener consecuencias graves, como se evidenció en este caso, donde el menor deberá enfrentar una intervención quirúrgica para tratar las heridas causadas por la mordedura.
La policía desmintió la versión de un intento de secuestro y aclaró que la responsabilidad recae tanto en el dueño del perro como en el encargado del niño en el momento de la agresión.
Este incidente ha abierto un debate sobre la importancia de la supervisión parental y las precauciones necesarias en el manejo de animales en espacios públicos, subrayando la necesidad de tomar medidas para prevenir situaciones de riesgo para los más vulnerables.
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