El Ejército Nacional y el Ministerio de Defensa confirmaron que fueron liberados los dos soldados profesionales que habían sido secuestrados por parte de la comunidad en La Macarena (Meta),luego de una nueva asonada protagonizada por unas 400 personas.
Estos dos uniformados fueron entregados a un sacerdote y así lo confirmó el Ejército.
Se trata del soldado profesional Edgar Mina Carabalí, oriundo de Santander de Quilichao, Cauca, y del soldado profesional Ángel González Garcés, de San Antonio, Tolima.
El Ejército Nacional, a través de la Fuerza de Tarea Omega, señaló que los uniformados estaban desarrollando una operación militar junto con el CTI de la Fiscalía en la vereda Getsemaní, jurisdicción del municipio de La Macarena, Meta, cuando fueron secuestrados.
#LOÚLTIMO | Los dos soldados que fueron secuestrados en la vereda de Getsemaní, en el municipio de La Macarena, en el Meta, acaban de ser liberados.
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) November 4, 2025
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Quienes tocan y agreden a un militar están atacando el corazón de la Nación: rechazo absoluto el secuestro nuestros dos soldados profesionales en La Macarena, Meta
— Pedro Arnulfo Sanchez S. Orgullosamente Colombiano (@PedroSanchezCol) November 4, 2025
Como Ministro de Defensa Nacional, y en nombre de todo el pueblo colombiano, rechazo de manera categórica el vil…
En una asonada en La Macarena secuestran a dos soldados
el Ejército capturó en flagrancia a una mujer que fue hallada en una vivienda en la cual había material de guerra y drogas.
Con el fin de evitar que el Ejército se llevara a la mujer, cerca de 400 personas de la comunidad, presuntamente constreñida por miembros del bloque Jorge Suárez Briceño, de las disidencias de las Farc, bajo el mando de Calarcá, hicieron una asonada.
«Este grupo de personas retuvo inicialmente a un teniente y tres soldados profesionales», señaló el Ejército.
Luego de un par de horas, la comunidad liberó al oficial y a uno de los soldados, manteniendo secuestrados a dos uniformados más.
los soldados fueron obligados a vestirse como civiles, a la vez que los despojaron de sus armas de dotación y las prendas militares para evadir a las autoridades.
«Posteriormente fueron trasladados por la población hacia un lugar desconocido. Su integridad física y vida son motivo de preocupación institucional».
El Ejército y el Ministerio de Defensa rechazaron el secuestro de los uniformados.





