La comunidad bonaverense continúa estremecida ante la ola de violencia que, en las últimas semanas, ha dejado varias víctimas en diferentes sectores de la ciudad. Esta vez, el barrio Nuevo Amanecer, ubicado en la comuna 12 del Distrito, volvió a ser escenario de un hecho trágico que ha generado profunda indignación entre sus habitantes.
Hecho
El más reciente caso ocurrió en los alrededores del sector conocido como La Vecindad, donde fue asesinado un hombre identificado como Rubén Darío García Caicedo, de 36 años. Según los primeros reportes, el hombre fue atacado con arma de fuego en circunstancias que aún no han sido esclarecidas, perdiendo la vida de forma inmediata en el lugar de los hechos. Pese a que las autoridades han iniciado las investigaciones correspondientes, hasta el momento no se conocen detalles claros sobre los móviles del crimen ni la identidad de los responsables. Lo que sí se ha podido establecer es que la Policía Nacional fue alertada sobre el ataque y, de inmediato, unidades patrulleras llegaron al sitio, acompañadas por personal del Cuerpo Técnico de Investigación CTI de la Fiscalía General de la Nación. Los funcionarios realizaron los actos urgentes de inspección al cadáver y su respectivo levantamiento, al tiempo que recolectaron elementos materiales probatorios y evidencias físicas que serán clave para avanzar en el proceso de indagación.
Impacto
Mientras tanto, la familia de García Caicedo permanece consternada y clama justicia por este crimen que enluta a todo el barrio Nuevo Amanecer. Sus allegados aseguran que la víctima no tenía problemas con nadie y que, por el contrario, era una persona tranquila, conocida por su buen humor y por no involucrarse en conflictos. “Darío era una persona que no se metía con nadie, además estaba enfermo. Nosotros lo teníamos en tratamiento médico, él tomaba sus pastillas juiciosamente. El único problema que tenía era que, de vez en cuando, le gustaba tomarse unos traguitos. Pero él nunca fue problemático, ni se volvía agresivo con nadie. Darío siempre estaba riéndose, se tomaba sus tragos, se emborrachaba y se iba a dormir. Casi toda la vida había vivido en Nuevo Amanecer, solamente que hace unos dos años, por su enfermedad, lo trajimos a la casa para cuidarlo. Ahora que ya se sentía un poco mejor, él mismo decidió regresar al barrio hace unos ocho meses”, relató un familiar en conversación con un medio de comunicación local.
