Más de 400 individuos beneficiarios de las localidades de Bella Suiza y Santa María la Baja, así como de los sectores residenciales La Madrid, El Delirio, La Nohora y Villa Lorena, están asociados a la Red de Bibliotecas Comunitarias de Villavicencio.
«Las bibliotecas comunitarias representan una apuesta por la autogestión, la perseverancia y la lucha de líderes comunitarios, así como de los residentes que creen en la creación de espacios para el desarrollo. Estos entornos constituyen una forma de alejar a los niños y jóvenes de la influencia de la violencia», comentó Edith Agudelo, directora de Corcumvi.
Estos lugares han sido establecidos con el propósito de ofrecer nuevas oportunidades de vida a niños y jóvenes que han experimentado situaciones de violencia.
«Los espacios de enlace comunitario en las bibliotecas tienen un papel fundamental en la construcción de nuevas formas de ciudadanía, en la edificación de zonas de paz; lugares que se renuevan a través del arte, la educación y la cultura», resaltó Cristian Romero, quien representa a la localidad de Santa María la Baja.
Por otro lado, la representante de la biblioteca comunitaria en el sector de La Nohora, afirmó que la creación de la biblioteca tenía como propósito «rescatar a nuestros niños y jóvenes de las malas influencias. Queríamos que todos tuvieran una ocupación para sus tiempos y que pasaran sus momentos libres en la biblioteca».
Igualmente, recordó el proceso de construcción de la biblioteca y subrayó la participación activa de la Alcaldía y de la Corporación Cultural Municipal de Villavicencio (Corcumvi).
«Comenzamos con la colaboración de estudiantes universitarios, con la implicación del alcalde Felipe Harman y la directora Edith Agudelo. Al principio, arrancamos con recursos limitados y hemos organizado eventos, cenas colectivas, sorteos, actividades lúdicas y también hemos recibido donaciones de la Alcaldía de Villavicencio. Gracias a estos esfuerzos, hemos logrado avanzar y prosperar».
Los jóvenes quienes han participado en la biblioteca mencionaron que, estos espacios son muy productivos para ellos, agregando que esto la aleja de las calles y la saca de su zona de confort desde una manera educativa.
“Nos encantan estos espacios porque los jóvenes necesitamos apasionarnos por la lectura y muchas veces la vemos aburrida por la forma tan tradicionalista, pero estos lugares aptos para que nuestra imaginación vuele y seamos nosotros mismos nos hace no querer salir de este lugar”, comento un joven participante.




