Uno de sus compañeros manifestó que gracias a su forma de ser logró ganarse el cariño y apreció de la gran mayoría de los ‘Tambeños’. Duver tenía muchos sueños por cumplir en esta vida, pero el destino es así, todos vamos a morir. Él trabajaba en los oficios de la agricultura, fue una persona muy servicial, ayudaba a la gente sin esperar nada a cambio. Sentimos un gran dolor por su partida a la eternidad. Dios sabrá perdonarle todos sus pecados para que pueda gozar del reino de los cielos”, enfatizó.
Su cuerpo fue velado en su lugar de habitación, posteriormente, en horas de la tarde se llevó a cabo una misa en memoria de su alma. Terminada la eucaristía, sus restos mortales fueron conducidos hasta el cementerio central donde en medio del dolor le dieron su último adiós. “Nos hará mucha falta su amistad, su forma tan particular de ser. Que Dios nos de fuerzas para superar estos difíciles momentos”.




