Uno de los funcionarios indicó que campesinos de la zona fueron los encargados de alertar a las autoridades del hecho. Hasta el sitio se desplazaron integrantes de actos urgentes de la Sijin con el objetivo de realizar la inspección técnica de cadáver. Al llegar los peritos encontraron el cuerpo en avanzado estado de descomposición y con heridas ocasionadas con arma de fuego.
Luego de los procedimientos legales, el cuerpo fue dejado a disposición de los laboratorios de genética donde los expertos forenses adelantaron la tipificación molecular y el cotejo de perfiles genéticos, donde lograron establecer la plena identidad de la víctima. Mediante la dactiloscopia, método ideal y más seguro para identificar un cadáver se pudo conocer que se trataba del joven Cesar Augusto Perdomo quien residía en la vereda El Águila de Santander de Quilichao.
Uno de los servidores judiciales, confirmó que el cuerpo de Cesar Perdomo presentaba dos disparos a la altura de la cabeza y otro en la región abdominal. Los allegados señalaron que él se encontraba desaparecido desde el pasado 3 de agosto. “Unos amigos nos dijeron que había sido secuestrado, al parecer por un grupo armado ilegal; el plagio en esta oportunidad se presentó en horas de la noche en la vereda San Antonio de Santander, desde ese momento no volvimos a saber absolutamente nada”.
Pasados 10 días de incidente, las noticias no fueron nada agradables para sus familiares, quienes no perdían la esperanza de encontrarlo sano y salvo. “Llevábamos casi dos semanas buscándolo, hasta el día de ayer donde a través de una llamada, la policía nos indicó que había sido encontrado sin vida. Nos indicaron que fuéramos hasta la morgue de Santander para hacer el respectivo reconocimiento y a través de varios registros fotográficos, prendas de vestir y características físicas confirmamos que se trataba de nuestro ser querido”, enfatizaron.
