En un país que encabeza por tercer año consecutivo la lista mundial de homicidios contra defensores y defensoras ambientales, organizaciones sociales y líderes comunitarios lanzan el Manifiesto por los Defensores de la Naturaleza, una acción colectiva inspirada en la Ley 2273 de 2022, que implementa el Acuerdo de Escazú, para exigir garantías reales de protección, acceso a la justicia y participación ambiental.
Este manifiesto, que se produce en el marco de la COP30 y que está disponible en en el link ligacontraelsilencio.com/escazu, busca movilizar a la ciudadanía y a los medios para respaldar la plena aplicación de esta ley, considerada una de las herramientas más importantes en la defensa de los derechos ambientales y humanos en Colombia.
Cabe resaltar que el Acuerdo de Escazú, que inspira esta iniciativa, se fundamenta en cuatro pilares esenciales para la justicia ambiental:
- Acceso a la información ambiental: transparencia en decisiones que afectan ecosistemas y comunidades.
- Participación pública: inclusión de las comunidades en procesos de decisión sobre su entorno.
- Acceso a la justicia: reparación efectiva ante daños ambientales o vulneraciones de derechos.
- Defensores ambientales: la aplicación de sus principios configura las garantías de protección integral para quienes arriesgan su vida por cuidar los territorios.
Según el más reciente informe de Global Witness, Colombia fue el país más letal del mundo para defensores ambientales, con 48 homicidios registrados, casi un tercio del total global. A su vez, la Defensoría del Pueblo alertó que entre enero y junio de 2025 se contabilizaron 89 asesinatos de líderes sociales y ambientales, principalmente en zonas de alto conflicto por recursos naturales.
“El Manifiesto es una invitación a convertir la Ley 2273 en una herramienta viva, al servicio de quienes cuidan la vida desde los territorios. Proteger el ambiente es proteger a quienes lo defienden”, señalaron los promotores de la iniciativa.
El documento fue construido de manera colectiva junto a líderes y lideresas ambientales de todo el país, entre ellos Josefina Klinger (Chocó), Paola Chindoy (Putumayo), Santiago Valencia (Buenaventura), Alexander Rodríguez (Guardianes del Río Atrato) y Fátima Muriel (Mujeres Tejedoras de Vida, Putumayo), quienes representan la diversidad de voces y territorios que sostienen la defensa ambiental en Colombia.
Esta acción, liderada por la Liga Contra el Silencio, en colaboración con Estudio Mutante, reafirma la necesidad de una implementación efectiva del Acuerdo de Escazú en Colombia, con la protección de los defensores ambientales como pilar fundamental para garantizar el futuro de la vida y la naturaleza.
Súmate al Manifiesto en: ligacontraelsilencio.com/escazu
Estas son algunas de las palabras de varios de los defensores y defensoras del medio ambiente, quienes construyeron el manifiesto y están disponibles para entrevistas:
“Las poblaciones campesinas del país todo lo hacemos a través de la palabra. Ahora, hay que centrar la intención en el corazón para que la palabra haga pedagogía”: Josefina Klinger, directora de la Corporación Mano Cambiada en Nuquí (Chocó)
“Encontramos un gran vacío hoy en Colombia para llevar Escazú a la práctica, para pasar de lo que está escrito bien bonito, a acciones en los territorios”: Santiago Valencia, líder comunitario y guía de turismo del Consejo Comunitario de La Plata (Buenaventura).
“El territorio es como nuestra madre, la mamá que nos da la vida. Para nosotros, la vida de la mamá no se negocia”: Paola Chindoy, activista ambiental y coordinadora en ASOMI – Asociación de Mujeres Indígenas Chagra de la Vida (Putumayo).
“Con el acuerdo sentimos una sombrilla, algo muy poderoso, que ya no estamos solas, sino que ya tenemos la posibilidad de defendernos”: Fátima Muriel, líder del colectivo Mujeres Tejedoras (Putumayo)




