Tristeza ha causado el fallecimiento de Isaura Calambás, quien en vida se destacó por el amor que a sus familiares, así como por el trabajo comunitario realizado en el resguardo de Kizgó, en la población de Silvia, oriente del Cauca.
Uno de sus familiares indicó que su deceso se produjo por complicaciones en su estado de salud: “los amigos son las personas que nos acompañan durante los momentos más felices y tristes de nuestras vidas, ella era una verdadera amiga, una persona que trabajó de manera incansable para sacar adelante su hogar”.
Algunos comuneros del resguardo indígena agregaron que solo quedan los gratos recuerdos: “durante muchos años trabajó incansablemente para el beneficio y desarrollo de las comunidades. Colaboraba en las actividades; apoyaba las distintas decisiones que se tomaban para el bien de la población. La pérdida de un ser querido siempre deja un vacío enorme, por eso enviamos un mensaje de condolencia a sus familiares”.
Por último, agregó que en medio de las charlas o los ratos en que se sentaban a entablar conversa, manifestaba que las personas debían ser humildes, dejar el odio y el rencor a un lado. “Si las personas cultivamos y educamos en valores tendremos un futuro más solidario, bondadoso, honesto, sensible, humilde y respetuoso”.
Su cuerpo fue velado en Kizgó donde contó con la compañía de varios compañeros y vecinos. Luego se realizaron las honras fúnebres, para posteriormente darle cristiana sepultura en el Campo Santo de la vereda Las Tres Cruces. “Partes a un mejor lugar, donde seguramente te encontrarás a mi ‘abue’, que justo hoy también hace 5 años, partió al lado de Dios. Ella y tú nos seguirán acompañando y enseñando. Recordarnos siempre tus consejos y experiencias basadas en principios, las cuales nos enseñan a sobre llevar la vida que nos queda por vivir. Buen viaje querida tía o madre como te sabemos decir”.




