La señora Adolfina, fue maestra y ejerció desde muy joven su profesión en las escuelas, Quebrada Oscura, La Mesa, La Aguada, La Fonda, La Esperanza en la cordillera y en Chondural Patía, este recorrido laboral hizo que las comunidades exaltaran su trabajo y por eso era tan reconocida en esta región del sur del Cauca.
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Sus compañeros indicaron que donde estuvo aportando sus conocimientos, educó y llenó de muchos valores a jóvenes quienes hoy son grandes profesionales. “Era una persona muy estricta, preparaba sus clases a cabalidad, resolvía todo tipo de dudas e inquietudes de sus alumnos. Hoy nos sentimos tristes por esta gran pérdida humana”.
Se destacó por su forma de ser. “Era muy amable, servicial, a pesar de las dificultades que tenía, se veía siempre alegre. Una persona demasiada generosa que compartía sus conocimientos y sabiduría con los demás colegas. Gracias a su ética, logró ganarse el respeto de los estudiantes, padres de familia y de todas las comunidades donde trabajó de manera ardua”.
Sus colegas indicaron que en medio de las charlas o conversaciones que se tenían de forma amena y agradable con la profe Adolfina, recalcaba que enseñar no era o es solo transferir conocimientos. Nos decía que es mucho más, que se trata de saber crear las condiciones necesarias para que los alumnos aprendan a pensar y a construir su propio conocimiento sobre el mundo que les rodea. “Gracias por llenarnos de tantos principios y valores que nos han ayudado a ser hombres íntegros, con mucho carácter y personalidad para afrontar el mundo y la sociedad”.
La docente murió en el hospital San José en la ciudad de Popayán, en donde se encontraba internada debido a una deficiencia respiratoria. Cristian Benavídez, su hijo, quien actualmente se desempeña como secretario del concejo municipal de Patía, afirmó que era una excelente madre, abuela y esposa. Su velación se llevó a cabo en casa de habitación en el barrio Modelo en El Bordo. Un abrazo solidario a sus hijos Cristian, Fabio Fernando y Nolberto Benavides Muñoz.
