Los amigos indicaron que Marcelino era una persona alegre, amable y muy colaboradora en el sector. “Gracias a su forma de ser, logró ganarse el cariño y respeto de los ciudadanos. A pesar de sus dificultades siempre se veía alegre. La gente de la cuadra le decía de manera cariñosa y respetuosa ‘Machaco’; un ser que llegó a convertirse en un personaje típico de Villa Rica”.
Su cuerpo fue velado en su lugar de residencia ubicada entre los sectores de la carrera 2 con calle 5 del barrio Los Almendros. Luego, en memoria de su alma se llevó a cabo una misa donde asistieron varios de sus amigos y demás dolientes. Terminada la eucaristía, el cadáver fue conducido hasta el campo Santo donde en medio de lagrimas y dolor le dieron cristiana sepultura.
“Todos necesitamos ser fuertes para superar su ausencia, cambiemos nuestras lágrimas por los recuerdos de los bellos momentos que nos brindó. Hoy te has convertido en un ángel que cuidará de todos sus seres queridos. Te fuiste, sin embargo, tu recuerdo siempre quedará entre nosotros. Que el Señor te tenga en su santa gloria. Tu muerte es un acontecimiento que nos ha dejado impactados, pero confiamos en que Dios nos brinde el consuelo que necesitamos”, expresaron sus amigos.




