El Barrio San Juan Bosco, adyacente a la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), atraviesa una crisis de seguridad y convivencia que ha desbordado la capacidad de las autoridades locales para controlarla. La situación se ha convertido en una pesadilla para los residentes de la zona, quienes enfrentan un panorama alarmante que incluye desorden, venta de sustancias ilegales, contaminación auditiva, invasión del espacio público, riñas, accidentes, muertes, robos y una creciente violencia.
La comunidad del sector ha expresado su desesperación ante el deterioro continuo del área. “Ya no sabemos qué hacer. Decidimos vender nuestras viviendas, pero nadie compra, porque la situación es compleja acá. Parece la olla más grande de la ciudad. No podemos dormir ni descansar. No viene nunca la policía. Solo hay inseguridad. La alcaldía debe actuar”, afirmó Arley Rocha, un habitante de la zona. Esta angustia refleja el sentimiento generalizado de una población que se siente abandonada por las autoridades.
El problema no es nuevo; la situación ha ido empeorando durante los últimos años, extendiéndose por varias cuadras de la Avenida Circunvalar, una vía crucial que es transitada masivamente por universitarios. Estos estudiantes se encuentran en riesgo constante debido a la creciente criminalidad en la zona, que se agrava durante los jueves, viernes y sábados, cuando el barrio se convierte en un epicentro de fiestas descontroladas y altercados.
Los residentes denuncian que la problemática no solo afecta su calidad de vida, sino que también pone en peligro a los estudiantes de la UPTC, quienes transitan por la zona en busca de acceso a sus aulas. La falta de control ha dado lugar a un ambiente de intimidación y desorden que parece haberse instalado de forma permanente en el barrio.
La comunidad ha solicitado la intervención urgente de la Policía Nacional, el Ejército Nacional, la Alcaldía de Duitama y la Secretaría de Gobierno. Los habitantes piden una presencia continua o incluso permanente de las autoridades en la zona, y han propuesto la instalación de un CAI móvil para enfrentar la situación de manera más eficaz.



