«En Colombia, el Código establece qué bienes pueden y no pueden ser embargados por deudas»

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En un reciente desarrollo legal en Colombia, el Código General del Proceso ha sido actualizado para clarificar qué bienes pueden ser embargados en caso de deudas y cuáles están protegidos de este tipo de acción judicial. La medida busca proporcionar mayor transparencia y protección a los deudores al tiempo que asegura que los acreedores puedan recuperar los montos adeudados de manera justa.

Según el nuevo marco normativo, se ha definido claramente qué bienes están exentos de embargos, incluyendo objetos de uso personal esenciales como ropa, muebles básicos y bienes necesarios para el desarrollo de la actividad laboral del deudor. También se han establecido límites específicos para el embargo de cuentas bancarias y propiedades inmobiliarias, con el fin de evitar que los deudores pierdan sus activos esenciales para la subsistencia y el ejercicio de su profesión.

Por otro lado, los bienes que pueden ser embargados incluyen propiedades no esenciales, vehículos de lujo, y otros activos que no sean fundamentales para el sustento diario del deudor. Esta diferenciación tiene como objetivo equilibrar los derechos de los acreedores con la protección de los deudores, asegurando que estos últimos no queden en una situación de vulnerabilidad extrema.

El CGP establece que se pueden embargar todos los bienes del demandado, excepto aquellos que son inembargables. Los bienes embargables incluyen sueldos (excepto los salarios mínimos), honorarios, vehículos, acciones, cuentas bancarias, inmuebles y establecimientos comerciales.

El Ministerio de Justicia de Colombia ha subrayado que la actualización del Código General del Proceso busca mejorar la equidad en los procedimientos de cobro y evitar abusos por parte de los acreedores. La nueva normativa también introduce mecanismos de revisión judicial para garantizar que las decisiones de embargo se ajusten a los principios de justicia y proporcionalidad.

Expertos en derecho y organizaciones de consumidores han recibido con agrado estas reformas, argumentando que contribuyen a una mayor protección legal para los ciudadanos y una administración más justa de las deudas. No obstante, han señalado que la implementación efectiva de estos cambios dependerá de la capacitación adecuada de los jueces y funcionarios encargados de aplicar las nuevas reglas.

Con esta actualización, Colombia se alinea con las mejores prácticas internacionales en materia de embargos y protección de bienes, avanzando hacia un sistema judicial más equilibrado y equitativo.


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