Habitantes de la ciudad lamentaron la muerte de Luis Martín Rozo Parra quien era apreciado por todos.
De acuerdo, con las declaraciones de quienes conocían al occiso Luis Rozo era educador en la ciudad Religiosa de Colombia, además de eso era un ciclista aficionado, pues según dicen le gustaba salir a dar paseos en compañía de sus colegas o sólo.
“A Lucho le encantaba la cicla, yo creo que fue una de sus primeras aficiones en la vida, desde que compró su primera cicla no dejó de salir, le encantaba ese plan y en eso involucraba a amigos, colegas, familiares y hasta estudiante a veces que ya sabían que le gustaba ese tema y salían con él”, comentó, Daniel Flórez, amigo del occiso.
En cuanto a su labor como educador, también quienes lo conocían dijeron que era una de sus grandes pasiones, razón por la cual era muy apreciado y recordado por sus estudiantes, a quienes en ocasiones seguía apoyando en sus proyectos.
“El profe era muy entregado a su labor, era un hombre admirable porque aparte de impartir conocimiento enseñaba valores y no solo eso, si uno le hacía una invitación para revisar o simplemente presentarle un proyecto él la aceptaba con gusto, siempre era muy alegre y divertido, es muy triste para la comunidad educativa y la sociedad en general la partida de este gran educador”, dijo, Andy Robles, ex alumno.
Su despedida se realizó el martes 7 de noviembre del año en curso a las 2 de la tarde en la parroquia La Renovación de Chiquinquirá, donde posteriormente fue trasladado el cementerio central de la ciudad, en las exequias estuvo su esposa Carmen Adelia Garzón, sus hijos: Carolina y David Rozo Garzón, su nieta: Sofia Rozo, hermanos, familiares, amigos y conocidos, quienes le rindieron un sentido homenaje al docente.
