En Cauca crece debate por eventual estado de conmoción interior ante avance de las disidencias

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En Popayán vuelve a tomar fuerza una discusión que, hasta hace unos meses, parecía impensable: la posibilidad de solicitar al Gobierno nacional la declaración de un estado de conmoción interior en el departamento del Cauca, donde la situación de orden público se ha deteriorado con rapidez debido a la escalada violenta de las disidencias de las Farc y la presencia de otras estructuras criminales.

Dirigentes políticos, empresarios, sectores sociales e incluso autoridades institucionales han manifestado que el Estado estaría perdiendo progresivamente el control en zonas rurales y algunos corredores estratégicos. Según estos sectores, la respuesta militar se ha quedado corta frente al incremento de atentados, secuestros, extorsiones, ataques contra la Fuerza Pública y bloqueos que afectan a municipios como Argelia, Toribío, Suárez, Caloto y parte del norte del Cauca.

La propuesta que circula entre algunas élites locales plantea que, de declararse la conmoción interior, el Gobierno de Gustavo Petro podría autorizar una ampliación extraordinaria del pie de fuerza, así como una operación militar de gran escala para erradicar narcocultivos, destruir campamentos del Eln y de las disidencias de las Farc, y recuperar territorios donde hoy persisten retenes ilegales. “La situación ya no es solo compleja, es insostenible”, señaló un dirigente político consultado reservadamente.

Aunque la Casa de Nariño no ha respondido formalmente a la idea, en círculos de seguridad preocupa que la solicitud se haga cada vez más recurrente, especialmente en medio de los múltiples consejos de seguridad que se han adelantado en las últimas semanas. Voceros de la Fuerza Pública admiten que la presión sobre los uniformados es alta, y que las estructuras armadas están aprovechando las montañas y corredores selváticos para mantener movilidad y capacidad de ataque.

En paralelo, la coyuntura nacional se mezcla con tensiones políticas en Bogotá. Voces de oposición han cuestionado la gestión del presidente Petro en materia de seguridad y señalan que, mientras el Cauca vive uno de los momentos más críticos del año, el Gobierno sigue apostando a negociaciones que, aseguran, “no han reducido la violencia”. Por ahora, la propuesta de conmoción interior sigue siendo un debate abierto, pero cada vez más actores la mencionan como una medida extrema ante una crisis que no cede.


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