se derribó una barrera que tenía Sandra Patricia Zamora, una profesora que desde hace ocho años trabaja con niños y niñas en Caritas Felices, Mentes Grandes, una organización comunitaria de la vereda Cascajal, en el corregimiento El Hormiguero, al sur de Cali.
Patricia recibió a representantes de la Subsecretaría de Territorios de Inclusión y Oportunidades y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para recibir los insumos que le permitirán seguir reforzando académicamente a más de 50 niños, entre los 2 y 14 años.
Este primer encuentro, de los 11 que se realizarán esta semana, se dio con la iniciativa comunitaria Caritas Felices, Mentes Grandes; hay una iniciativa por cada TIO y se impulsarán para contribuir al bienestar social, la inclusión y el desarrollo sostenible fortaleciendo el tejido social y empoderando a las comunidades para que gestionen y mantengan los recursos necesarios para su desarrollo.
“Una de las barreras que no permitía desarrollar mi tarea era que no tenía el material de apoyo; tener esto es una bendición, es un logro. Ahora puedo dar una clase sin inconvenientes. Trabajo en la biblioteca donde hay material adecuado; con esta gran ayuda va a ser posible trabajar y vamos por más”, explicó Patricia.
Un compromiso con el desarrollo comunitario
Este proceso reconoce el esfuerzo de líderes locales y fortalece la apropiación del territorio mediante el trabajo conjunto entre la comunidad y lo institucional.
Martha Cala, subsecretaria de TIO, de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Participación Ciudadana, expresó que «en El Hormiguero, Territorio de Inclusión y Oportunidades, nuestro alcalde Alejandro Eder sigue fortaleciendo y reconociendo los liderazgos de esas iniciativas que son espacios protectores para niños y niñas. Con el apoyo del PNUD y de la Embajada de Reino Unido estamos apoyando a Caritas Felices para el aprovechamiento del tiempo libre, los refuerzos escolares, desarrollo y crecimiento y para aprovechar talentos con nuestros liderazgos positivos”, afirmó.
Claudia Patricia Caicedo, madre de Abigail Velasco, comentó que “la pequeña va a los refuerzos académicos porque tenía dificultades para leer y en las vacaciones del año pasado tomé la iniciativa de enviarla. El proceso ha sido exitoso; la niña tiene ocho años, está en tercer grado, va muy adelantada; en el área de matemáticas ya multiplica y divide. Estoy muy contenta, y cuando voy con ella al colegio me dicen: su niña trabaja muy bien, es muy aplicada. Esto muy satisfactorio”.




