El municipio de Villarrica, en el oriente del Tolima, atraviesa una de las crisis ambientales más graves de su historia debido a la drástica reducción de caudales en varias fuentes hídricas y al riesgo creciente de incendios forestales por las llamadas quemas controladas. El alcalde Javier Orlando Montilla advirtió que quebradas como el Cuinde Negro y el Cuinde Blanco presentan una disminución sin precedentes, consecuencia de la fuerte sequía y las altas temperaturas registradas en las últimas semanas.
Montilla alertó que, aunque el periodo seco ha sido relativamente corto, su intensidad ha impactado seriamente el abastecimiento de agua en zonas rurales y urbanas. “Estamos evidenciando una disminución histórica en el cauce de varias de las fuentes hídricas. Es preocupante”, manifestó. Además, expresó su inquietud por la persistencia de quemas en veredas, una práctica cultural que, pese a las campañas de prevención, continúa realizándose y eleva el riesgo de incendios.
El mandatario hizo un llamado urgente a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y demás autoridades ambientales para implementar medidas preventivas inmediatas, con el fin de evitar emergencias que agraven la crisis hídrica y ambiental del municipio. También exhortó a la comunidad a abandonar las quemas, entendiendo que la combinación de sequía, calor extremo y fuego puede ocasionar daños irreversibles a los ecosistemas locales y poner en riesgo la salud y seguridad de la población. Villarrica pide acciones concretas antes de que la situación se torne incontrolable.
