Los aranceles implementados por el presidente Donald Trump están empezando a reflejarse en los bolsillos de los consumidores. Con un arancel general del 10 % sobre la mayoría de las importaciones y un 30 % sobre productos provenientes de China además de tasas aún más elevadas en materiales como el acero y el aluminio, varias empresas ya han anunciado que trasladarán esos costos al precio final.
Aunque Trump ha sugerido que las empresas deberían absorber estos gastos, muchos minoristas han advertido que eso no será posible. Como resultado, artículos cotidianos como alimentos, ropa, juguetes y vehículos podrían encarecerse próximamente.Walmart fue uno de los últimos gigantes del comercio en declarar que tendrá que subir precios debido a que los aranceles son “demasiado altos”. Otras compañías como Ford y Best Buy también han insinuado aumentos similares.
En resumen, los nuevos aranceles podrían traducirse en una escalada de precios generalizada que afectará directamente a millones de consumidores en Estados Unidos.
