Tres reconocidos empresarios venezolanos que decidieron dejar su país en medio de la crisis política y económica, han encontrado en Colombia un nuevo espacio para emprender y contribuir al desarrollo económico. Lejos de huir en secreto, su llegada fue motivada por la búsqueda de condiciones favorables para invertir y operar con estabilidad. Desde entonces, han iniciado proyectos en sectores clave como tecnología, comercio y servicios, generando empleo y dinamizando el mercado local.
Aunque su salida de Venezuela ha sido interpretada por algunos sectores como una pérdida para el aparato productivo de ese país, en Colombia se les reconoce por su capacidad de adaptación y visión empresarial. Su presencia también ha abierto nuevas posibilidades de cooperación binacional desde el ámbito privado, mientras continúa el debate regional sobre el éxodo de talento y capitales en contextos de regímenes autoritarios.
