Un lujoso megahotel construido en Capurganá, una de las joyas turísticas del Caribe chocoano, ha desatado una investigación por sus posibles vínculos con estructuras del narcotráfico. Las autoridades detectaron que detrás del proyecto estaría un supuesto testaferro del Clan del Golfo, específicamente de uno de los hombres señalados de liderar envíos de cocaína hacia Centroamérica. La operación encubierta incluiría el uso del turismo como fachada para el lavado de activos, una modalidad cada vez más frecuente en zonas costeras del país.
Este caso pone en evidencia cómo algunos sectores de la economía legal están siendo infiltrados por redes criminales que buscan consolidar su poder económico y territorial. El proyecto hotelero no solo llamó la atención por su escala en un lugar remoto, sino también por los millonarios movimientos financieros sin respaldo claro. Las autoridades anunciaron operativos para congelar activos e identificar a los beneficiarios reales del negocio, mientras se alerta sobre el creciente uso de inversiones turísticas para encubrir actividades ilícitas en regiones estratégicas.
