A nivel mundial, los profesionales más felices no solo disfrutan de su entorno laboral, sino que impulsan la innovación, la productividad y el compromiso en un entorno corporativo.
Al respecto, un estudio de Harvard Business Review encontró que los empleados que experimentan altos niveles de felicidad son hasta un 300% más innovadores, un 85% más productivos y un 31% más comprometidos con sus roles dentro de la empresa.
Por otra parte, un estudio reciente titulado «Retos y perspectivas del trabajo», realizado por WeWork en colaboración con Michael Page, destacó que la felicidad corporativa va más allá de los incentivos tradicionales y las mejoras superficiales en el lugar de trabajo.
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Se enfoca en la creación de entornos que promuevan la salud mental, el bienestar y el sentido de pertenencia entre los empleados. Es que este enfoque no solo mejora la calidad de vida laboral, sino que también conduce a una mayor retención de talento, reducción de costos operativos y una cultura organizacional más robusta.
Las empresas
En ese orden de ideas, dicha perspectiva no solo responde a una tendencia observada en diversas empresas, sino que también responde a una necesidad creciente entre los trabajadores de todas las generaciones, particularmente los millennials y la Generación Z, quienes valoran cada vez más aspectos como la salud mental y el propósito en su trabajo.
Particularmente, Renata Rivetti, experta en Felicidad Corporativa y Sostenibilidad Humana, destaca que la felicidad en el trabajo se compone de dos elementos fundamentales.
Por un lado, la obtención de placer y satisfacción, y la búsqueda de significado y propósito en lo que se realiza. Las organizaciones que logran equilibrar ambos aspectos no solo mejoran el bienestar de sus empleados, sino que también optimizan su desempeño a largo plazo.
Leydis Castro, head of people de WeWork en Colombia, aseveró que “la importancia de la felicidad en el trabajo se refleja claramente en los resultados empresariales”.
Agregó que “empresas que promueven una mejor calidad de vida, claros objetivos corporativos y un entorno que fomente la salud mental experimentan una combinación exitosa que se traduce en una disminución de ausencias, menor rotación de personal y un aumento en la lealtad y compromiso de los empleados”.
Finalmente, en la actualidad, roles como el de director de Recursos Humanos (CHRO) y Director de Felicidad (CHO) están emergiendo como responsables de repensar y mejorar estos procesos dentro de las empresas.
Según Castro, la implementación de metodologías centradas en la felicidad no solo puede cuantificarse a través de indicadores clave de desempeño (KPIs), sino que también se correlaciona con la reducción de costos médicos, mayor compromiso y una cultura organizacional más sólida.




