Melgar vive horas decisivas tras la accidentada salida de Rodrigo Hernández y la llegada del nuevo alcalde electo, Francisco ‘Pacho’ Bermúdez. El pasado lunes festivo, el mandatario encabezó su primera reunión con secretarios de la Administración Municipal, en lo que fue el inicio formal del proceso de empalme con el gobierno encargado.
Aunque se trató de un encuentro de carácter administrativo, el trasfondo político resultó imposible de ocultar. La inhabilidad que tumbó al exalcalde Hernández dejó cicatrices profundas en la gobernabilidad local y un clima de desconfianza que todavía se respira entre la ciudadanía. Bermúdez intentó enviar un mensaje de calma y continuidad en la gestión pública, pero el ambiente sigue marcado por la polarización y el desgaste de meses turbulentos.
El reto del nuevo alcalde no es menor. Deberá consolidar un equipo que supere los vacíos dejados por la administración anterior y demostrar que la política melgarense no está condenada a repetir los mismos errores. En el centro del debate están la eficiencia en la prestación de servicios, la transparencia en los contratos y la urgencia de recuperar la confianza ciudadana en sus gobernantes.
Mientras tanto, la comunidad espera resultados concretos que pongan fin a la incertidumbre institucional. ‘Pacho’ Bermúdez asume con la obligación de estabilizar un municipio golpeado por la crisis política y administrativa. Desde hoy, todas las miradas estarán puestas en su capacidad de mostrar resultados inmediatos y en su habilidad para devolverle a Melgar la gobernabilidad que tanto necesita.

