Emoción y dolor en Israel tras el regreso de los rehenes sobrevivientes de Hamás

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

El regreso de los últimos rehenes vivos capturados por Hamás ha desatado una ola de emociones en Israel. Si bien el país celebra la liberación de 20 personas tras casi dos años de cautiverio en Gaza, persiste el dolor por los 28 rehenes que murieron en manos del grupo islamista, cuyos cuerpos aún no han sido devueltos.

Las familias de los liberados han comenzado a relatar públicamente las duras condiciones que vivieron sus seres queridos durante su cautiverio, desde el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando milicianos de Hamás cruzaron la frontera e iniciaron un asalto masivo contra comunidades israelíes, lo que dio inicio a una guerra prolongada y devastadora en Gaza.

Relatos de oscuridad, aislamiento y maltrato

Los testimonios, difundidos por medios israelíes desde que se declaró el alto el fuego, revelan detalles sobrecogedores. Varios de los rehenes describen haber sido mantenidos en túneles subterráneos durante meses, sin acceso a la luz del sol ni a una ventilación adecuada. Algunos mencionaron haber sido golpeados, interrogados violentamente y sometidos a condiciones de higiene mínimas, con poca comida y agua.

Otros relatan interacciones ambiguas con sus captores, incluyendo partidas de cartas en medio del encierro, lo que refleja la complejidad psicológica de su experiencia. Sin embargo, por el momento, estos testimonios no han podido ser verificados de manera independiente.

La historia de los gemelos separados

Uno de los episodios más conmovedores fue el reencuentro de los hermanos gemelos Gali y Ziv Berman, quienes fueron secuestrados en el kibutz Kfar Aza. Durante su cautiverio fueron mantenidos separados en distintas ubicaciones, y no fue hasta su liberación, el 13 de octubre de 2025, que volvieron a verse. Su historia ha sido ampliamente difundida en la prensa israelí como símbolo de resistencia y esperanza.

Un caso especialmente doloroso: el soldado Matan Angrest

Uno de los relatos más duros es el de Matan Angrest, un joven soldado israelí capturado mientras prestaba servicio en una unidad de tanques cerca de Gaza. Su madre, Anat Angrest, una de las figuras más activas en las protestas que exigían la liberación de los rehenes, compartió con los medios la gravedad de las heridas que sufrió su hijo.

“Matan tiene quemaduras graves en la mano derecha, deformidades en los dedos, lesiones en la vista… fue brutalmente torturado en los primeros meses”, relató en una entrevista televisiva. Añadió que su hijo recuerda haber sido golpeado hasta perder el conocimiento, arrastrado con el rostro cubierto y confinado durante largo tiempo en túneles, que en algunas ocasiones se vieron comprometidos por los bombardeos israelíes.

Entre el duelo y el alivio

Mientras Israel intenta cerrar uno de los capítulos más dolorosos del conflicto con Hamás, las familias continúan enfrentando el trauma del cautiverio, la pérdida y el lento proceso de recuperación. El regreso de los sobrevivientes es motivo de alivio nacional, pero el vacío dejado por los que no volvieron —y la incertidumbre sobre sus restos— sigue marcando la conversación pública y política en el país.


Compartir en

Te Puede Interesar