
La localidad de Aipe, en el departamento de Huila, enfrenta una emergencia sin precedentes debido al riesgo de contaminación con cianuro en su principal fuente de agua, alertado por denuncias de comunidades rurales sobre vertidos ilegales de esta sustancia por parte de mineros. Desde el pasado sábado, las autoridades han implementado un plan de contingencia que incluye el suministro diario de agua potable mediante camiones carrotanques.
Esfuerzos
El alcalde de Aipe, Luis Ángel Ramírez, informó que se están desplegando esfuerzos para abastecer de agua potable a los aproximadamente 15,000 habitantes del municipio petrolero. Los carrotanques, coordinados por Empresas Públicas de Aipe, Policía Nacional, Ejército Nacional, Cuerpo de Bomberos Voluntarios y Defensa Civil, han comenzado a recorrer cada barrio para suplir las necesidades de la comunidad.
Prevención
Como medida preventiva, se suspendieron las clases en las escuelas y colegios locales para evitar posibles afectaciones a la salud de los estudiantes. Además, se declaró la calamidad pública para facilitar la atención de la emergencia. El alcalde Ramírez enfatizó que estas medidas se mantendrán hasta que se obtengan los resultados de los análisis de laboratorio realizados en la zona del presunto vertimiento de cianuro.
Contingencia
Jairo Garzón, secretario de Gobierno de Aipe, confirmó que están trabajando en el plan de contingencia mientras esperan los resultados de los análisis, que normalmente demoran 10 días, pero con un mensaje de urgencia podrían obtenerse en cinco días hábiles. Sin embargo, Garzón indicó que no se suministrará agua de las Empresas Públicas de Aipe hasta que se demuestre que no hay riesgo de contaminación.
El secretario de Salud del departamento, Henry Zúñiga, afirmó que los resultados de los análisis estarán disponibles el próximo fin de semana y serán entregados al Consejo Departamental de Gestión del Riesgo para tomar las acciones pertinentes.
Habitantes
Mientras tanto, los habitantes de Aipe han tenido que recurrir a la recolección de agua en baldes provenientes de los carrotanques. El desabastecimiento ha llevado a situaciones difíciles, como bañarse en el río Magdalena, ya que el agua suministrada por los carrotanques se destina principalmente a la preparación de alimentos. La incertidumbre persiste en la comunidad, que aguarda con ansias la resolución de la emergencia y la confirmación de la calidad del agua para el consumo humano.




