El presidente Gustavo Petro anunció este lunes la declaratoria de emergencia sanitaria nacional debido al alarmante aumento de casos de fiebre amarilla en el país. En lo corrido del año, se han confirmado 79 casos, de los cuales 36 han terminado en fallecimiento, lo que representa una tasa de letalidad cercana al 50 %.
La fiebre amarilla, una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos, está mostrando un comportamiento atípico. Según explicó el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, la enfermedad, que tradicionalmente afectaba zonas selváticas y rurales, ahora se está registrando en áreas cercanas a centros urbanos como el departamento del Tolima.
Zulma Cucunubá, directora del Instituto de Salud Pública de la Universidad Javeriana, advirtió en su cuenta de X que la fiebre amarilla tiene un periodo de incubación de entre 3 y 6 días, y puede progresar hasta una fase tóxica en la mitad de los casos. “La mayoría se resuelven rápido, pero hay un riesgo considerable en los casos graves”, alertó.
Ante esta situación, el Gobierno ya inició la vacunación de personas mayores de 59 años, una población que hasta este año no era prioritaria. Esta medida busca frenar la propagación en zonas consideradas de alto riesgo.
El presidente Petro indicó que la emergencia sanitaria se mantendrá durante las próximas ocho semanas, “hasta que no se registre ningún caso nuevo de fiebre amarilla”. Además, reveló que se necesitan entre 600 mil millones y un billón de pesos para atender la contingencia.
Los recursos provendrán inicialmente de partidas presupuestales asignadas a proyectos de infraestructura 4G y 5G. No obstante, el mandatario advirtió que, si esto no alcanza, se podría declarar una emergencia económica para disponer de mayores fondos.

