Una grave emergencia se registró en la madrugada del pasado martes en el barrio Calixto de Neiva, específicamente en la calle 5C con carrera 18, debido a la ruptura del tubo madre de la red de acueducto. La situación no solo dejó una considerable pérdida de agua potable, sino que también causó daños estructurales en varias viviendas y generó temor entre los habitantes por el inminente riesgo de colapso del pavimento.
Afectada
Carmen Alarcona, residente afectada del sector, narró los momentos de angustia que vivieron. “A eso de las tres de la mañana se reventó el tubo madre y empezó a salir agua con mucha presión. Arrastró una cantidad de tierra y dejó huecos inmensos debajo del andén de mi casa y de la casa vecina”, explicó.
Aunque la cuadrilla de Las Ceibas Empresas Públicas de Neiva acudió al lugar para reemplazar el tubo roto, según los habitantes, la intervención dejó nuevas preocupaciones. “Dejaron las acometidas de nuestras casas muy superficiales, a menos de 10 centímetros. Por aquí pasan carros recolectores de basura y cualquier vehículo podría dañar las conexiones nuevamente”, denunció Alarcona.
Además del riesgo de nuevas rupturas, el socavamiento del terreno ha generado inestabilidad en el pavimento, el cual presenta hundimientos visibles. “Nos da miedo que una mala compactación del terreno cause una tragedia, que un carro se hunda y termine afectando seriamente nuestras casas”, agregó la vecina.
Requerimientos
Los residentes piden que se haga una revisión técnica más profunda y se reestructure correctamente el pavimento afectado. Consideran que las soluciones no pueden ser improvisadas ni temporales, ya que se trata de una zona habitada y transitada. “Esperamos que las empresas públicas nos colaboren y que los medios de comunicación nos ayuden a visibilizar esta situación para que hagan un trabajo digno y seguro. Esta situación nos tiene muy pensativos y no podemos vivir con ese miedo”, afirmó Carmen.
La comunidad también solicita a la administración municipal realizar una verificación estructural de las viviendas afectadas, dado que la presión del agua y la erosión del suelo podrían haber debilitado sus cimientos. “No queremos esperar a que pase una tragedia para que nos escuchen”, concluyeron los habitantes.
Hasta el momento, Las Ceibas no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre si se harán nuevas labores de reparación o refuerzo en el sector. La ciudadanía permanece a la espera de una respuesta institucional que garantice su seguridad y tranquilidad.
