El nivel de los embalses que suministran agua a Bogotá y Cundinamarca continúa en descenso, lo que genera preocupación entre las autoridades locales ante un posible desabastecimiento.
Según el más reciente reporte, el sistema de embalses de Chingaza, que abastece el 70% del agua de la capital, ha bajado a un 48,76% de su capacidad.
🚨 Para este sábado 7 de septiembre, conoce el nivel y estado que registran los embalses en Cundinamarca. pic.twitter.com/PIOdFvb5tZ
— CAR Cundinamarca (@CAR_Cundi) September 7, 2024
Consumo
El sistema de embalses de Chingaza, crucial para el abastecimiento de Bogotá, ha visto una reducción constante en sus niveles. En tan solo semanas, su capacidad ha caído de un 49,03% a un 48,76%, encendiendo las alarmas en la región. Según Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), de no tomarse acciones urgentes, la situación podría empeorar, afectando gravemente el suministro de agua.
— CAR Cundinamarca (@CAR_Cundi) September 3, 2024
La expansión de proyectos de vivienda en Bogotá y sus alrededores está ejerciendo una presión significativa sobre los recursos hídricos. Ballesteros indicó que actualmente hay más de 1.282 proyectos de vivienda en desarrollo en la región, lo que ha incrementado la demanda de agua más allá de la oferta disponible. «La demanda de agua ha superado la oferta», afirmó el director, señalando que la creciente urbanización en la Sabana de Bogotá está poniendo en riesgo el equilibrio hídrico de la región.
Ballesteros también advirtió que, pese a los esfuerzos por mantener los niveles de agua, los embalses están al límite de su capacidad. Actualmente, el embalse de Chuza se encuentra en un 40,68% de su capacidad, mientras que el embalse San Rafael alcanza el 76,22%. Estos niveles no son suficientes para garantizar un suministro estable si no se toman medidas estructurales.
La construcción de nuevos embalses y la exploración de fuentes subterráneas de agua son algunas de las soluciones que la CAR ha propuesto para enfrentar la crisis. Sin embargo, estas requieren inversiones significativas y una planificación a largo plazo que hasta ahora no se ha concretado.
Como Distrito tenemos un compromiso con #BogotáMiCiudadMiCasa: restaurar y conservar las coberturas naturales que garantizan el agua a la ciudad y a algunos municipios aledaños. El agua está en el ADN de nuestra cotidianidad. #SemanaDelAgua pic.twitter.com/5KcMuZq79I
— Secretaría de Ambiente (@Ambientebogota) September 1, 2024
¿Qué sigue?
Las autoridades locales han sido informadas de la gravedad de la situación. Según Ballesteros, ya se han enviado alertas a los alcaldes de la Sabana de Bogotá y al alcalde de la capital, Carlos Fernando Galán. Sin embargo, hasta el momento, no se han tomado medidas concretas para mitigar el problema.
Con los embalses operando por debajo de su capacidad y la demanda de agua en aumento, Bogotá y Cundinamarca enfrentan un escenario de riesgo. La falta de acciones inmediatas podría derivar en una crisis de desabastecimiento que afectaría a millones de habitantes en los próximos meses.
Las autoridades deben actuar de manera urgente para evitar que esta situación llegue a un punto crítico.




