La crítica marca una ruptura inesperada entre Musk y Trump, especialmente considerando que el presidente lo había nombrado “zar del ahorro”, una figura simbólica pero influyente encargada de impulsar recortes en sectores como la ayuda exterior. Durante su breve gestión en ese rol, Musk promovió ajustes agresivos antes de retirarse del cargo.
El polémico proyecto presupuestario, aprobado la semana pasada en la Cámara de Representantes por un estrecho margen, ha sido descrito por Trump como su “gran y hermoso” plan económico. Incluye amplios recortes fiscales, principalmente para las empresas y sectores de altos ingresos, junto con un aumento significativo en el gasto en defensa. Ahora, el paquete será debatido en el Senado, donde podría enfrentar mayor resistencia.
Para Musk, el plan no solo representa un retroceso fiscal, sino también una traición a las promesas iniciales de racionalizar el presupuesto federal. Su distanciamiento subraya las tensiones que pueden surgir incluso entre los aliados más influyentes del actual mandatario.
