ELN quiere dialogar con Gustavo Petro para avanzar en un «proceso de paz» en Colombia

Según el grupo armado, en Colombia es necesario sustituir los cultivos ilícitos, acabar con el narcotráfico y "consensuar un modelo de transición energética para reducir el cambio climático".
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El pasado domingo 19 de junio, Gustavo Petro fue elegido como nuevo presidente de Colombia con más de 10 millones de votos y ante este triunfo, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se pronunció en la mañana del 20 de junio y señaló a través de un comunicado su voluntad política de dialogar para alcanzar un acuerdo de paz en el país.

La disposición del grupo armado para abordar temas puntuales es clara: superar el clientelismo y sacar la violencia de la política son uno de ellos, pero también, avanzar en planes de inclusión social que incluyan empleo y emprendimiento para las mayorías podría plantearse en una mesa de diálogo que se establecería después de que Petro se posesione en la Casa de Nariño el 7 de agosto.

«Este gobierno debe afrontar los cambios para una Colombia en paz. Entre los más urgentes están la inclusión política y económica, una economía soberana sin depredación. Y una nueva Doctrina de Seguridad y Derechos Humanos», dice parte del acta.

El grupo armado, que mantuvo diálogos hasta 2019 con el gobierno nacional, destacó la importancia que el nuevo gobierno debe dar a temas como «un plan de reforma agraria, un nuevo modelo de lucha contra las drogas y la continuidad al proceso de paz» para que «Colombia logre un gobierno apoyado por el movimiento popular».

Según ellos, en Colombia es necesario sustituir los cultivos ilícitos, acabar con el narcotráfico y «consensuar un modelo de transición energética para reducir el cambio climático«.

En el documento destacan que es la exclusión de las clases dominantes hacia los pueblos étnicos y las comunidades populares rurales y urbanas lo que desencadena las protestas sociales.

Las manifestaciones, dicen, se victimizan «para justificar el tratamiento de guerra del régimen». Para ellos, los movimientos alternativos o los que luchan por hacer política de manera diferente son criminalizados por «el clientelismo, los monopolios mediáticos y la violencia de las mafias«.

El presidente electo Gustavo Petro no se ha pronunciado.


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