Elizabeth Sánchez, cantante de origen cubano, ha logrado traspasar las dificultades y hoy cuenta su experiencia en canciones llevando un mensaje de esperanza.
“Las dificultades son oportunidades. Creo que debemos buscar la felicidad en medio de la adversidad porque con fe, esperanza y amor podemos alcanzar todas nuestras metas”, afirmó Elizabeth Sánchez.
Agregó que “desde su primer aliento probó ser una luchadora, aferrándose a la vida”.
Por complicaciones durante el parto sufrió una broncoaspiración de meconio que le causó tres paros cardiaco-respiratorios y le obligaron a tener una hospitalización por varios meses.
A sus 29 años no solo ha demostrado sus capacidades motrices y cognitivas superando todas las expectativas médicas, sino que además se ha convertido en una cantante portadora de un mensaje poderoso de esperanza, con el que espera movilizar corazones en América Latina.
‘Nace una esperanza’ su trabajo musical conformado por 11 canciones cristianas que hablan de la vida, el amor y la fe.
De su actual producción musical destaca dos composiciones: “Adorable Salvador” y “No temeré”.
La primera dedicada a Jesús, el “buen alfarero” que moldea corazones y transforma realidades. La segunda, un grito de batalla en medio de la tormenta, del desierto que atraviesan los seres humanos en medio de calamidades e injusticias, un llamado al Cielo con la confianza de que, si Dios acompaña los días, los nubarrones se irán dispersando.
“La vida puede ser injusta y no tenemos control de la adversidad y la calamidad, pero si podemos ser sensibles ante las necesidades de los demás”, aseguró Elizabeth Sánchez.




