
Los comicios previos fueron vistos como un fraude y desencadenaron grandes manifestaciones en contra de la victoria de Lukanshenko, quien ha dominado Bielorrusia durante 30 años. Las manifestaciones fueron reprimidas con fuerza.
Desde 1994, Bielorrusia, gobernada por Alexander Lukashenko, uno de los aliados más importantes de Moscú, llevará a cabo elecciones presidenciales el 26 de enero de 2025, según lo comunicó la comisión electoral este miércoles (23.10.2024).
Svetlana Tijanóvskaya, líder de la oposición en el exilio, respondió al anuncio calificándolos como «un simulacro» que carece de «un proceso electoral auténtico» y indicó que se estaban llevando a cabo en «un ambiente de terror».
«No se permitirá a ningún candidato alternativo u observador. «Exhortamos a Belarus y a la comunidad global a rechazar esta farsa», añadió.
Represión, exilio y presos políticos
Las elecciones presidenciales previas, llevadas a cabo en 2020 y vistas como una estafa, provocaron multitudinarias protestas en contra de la victoria de Lukanshenko en la capital Minsk y otras urbes, y el movimiento fue reprimido con fuerza.
Desde aquel momento, Lukashenko ha implementado una represión constante contra cualquier forma de protesta, lo que ha motivado a cientos de miles de individuos a emigrar a otros países, en particular a Polonia.
De acuerdo con la organización no gubernamental de protección de los derechos humanos Viasna, actualmente en Bielorrusia existen 1.300 individuos «injustamente recluidos» por haber manifestado su resistencia al gobierno o por otros asuntos vinculados a la política.
Bielorrusia, aunque es un aliado próximo a Moscú en contra de Ucrania, ha evitado involucrarse de manera directa en la invasión rusa.




