“Estamos secuestrados y sufriendo millonarias pérdidas económicas”, ese es el sentimiento y reacción de gremios y empresarios de Popayán, que esta semana volvieron a vivir las consecuencias de otro bloqueo a la vía Panamericana.
No es exageración, ni alarmismo, dicen, es la dura realidad que dejan los continuos taponamientos a la única vía de acceso a la capital del Cauca, y por donde se moviliza gran parte de las mercancías, alimentos y servicios que consumen los payaneses, más cuando en la Ciudad Blanca existe un reducido número de empresas (la gran mayoría están ubicadas en el norte del departamento).
De ahí que cualquier cierre de este corredor vial significa, inmediatamente, una afectación de la economía de la región.
Por ejemplo, con el reciente bloqueo realizado por comunidades indígenas, y en menos de un día, seis estaciones de servicio de la ciudad suspendieron operaciones tras quedarse sin gasolina y diésel por los tanqueos masivos que realizan los conductores de vehículos, por el temor de que los bloqueos se prolonguen.
Por eso Juan Pablo Piedrahíta, uno de los representantes del gremio de restaurantes de la ciudad, se ha encargado de visibilizar este crítico panorama al ver que en el último año Popayán ha quedado aislada del resto de Colombia prácticamente un mes; si se cuentan de seguido los 65 bloqueos que se presentaron durante el 2024.




