El árbol de jade (Crassula ovata) es una de las plantas más populares en los hogares colombianos, no solo por su belleza y resistencia, sino también por el simbolismo de prosperidad y buena suerte que se le atribuye. Aunque es común verla como planta ornamental, pocos saben que puede florecer con delicadas flores blancas o rosadas, especialmente en diciembre, si se siguen ciertos cuidados específicos.
Condiciones ideales para estimular la floración
Los expertos señalan que el árbol de jade necesita un ambiente fresco y estable para florecer. Durante los meses previos a diciembre, es recomendable:
- Ubicar la planta en un lugar con luz solar directa al menos 4 horas al día.
- Mantener temperaturas moderadas, evitando cambios bruscos.
- Reducir ligeramente el riego en noviembre, permitiendo que la tierra se seque entre cada aplicación.
Este proceso de “estrés hídrico controlado” ayuda a que la planta concentre energía en la producción de flores.
El secreto: poda y fertilización adecuada
Otro truco clave es realizar una poda ligera a finales de octubre, retirando hojas y ramas secas para estimular nuevos brotes. Además, aplicar un fertilizante rico en fósforo y potasio favorece la formación de botones florales.
Los especialistas recomiendan evitar el exceso de nitrógeno, ya que este nutriente promueve el crecimiento de hojas, pero puede retrasar la floración.
Símbolo de prosperidad en diciembre
El árbol de jade no solo embellece los espacios, sino que también es considerado un símbolo de abundancia y prosperidad en la cultura popular. Que florezca en diciembre, mes de celebraciones y cierre de ciclos, se interpreta como un augurio positivo para el nuevo año.
Por ello, muchas familias colombianas buscan que su jade luzca en plenitud durante las fiestas, convirtiéndose en parte de la decoración navideña natural.




