El testimonio de una mujer que denunció acoso sexual en el Congreso

Los audios fueron revelados por la senadora María José Pizarro.
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La senadora María José Pizarro presentó este lunes ante el Congreso de la República los resultados de una investigación sobre violencia sexual. En el informe, la congresista del Pacto Histórico denunció que desde enero de este año se han recibido nueve denuncias por casos de acoso sexual en el legislativo.

“En total recibimos nueve denuncias, entre ellas siete mujeres y dos hombres, cuyas edades oscilan entre los 21 y los 28 años. Por ser esta la primera instancia para presentar estas denuncias, nosotras encontramos amplísima resistencia. Lo que esperamos es romper los muros de silencio que existen en el Congreso de la República”, dijo la senadora este lunes en rueda de prensa.

Uno de los casos que dio a conocer la senadora es el de una mujer que señala a Jorge Laverde, secretario de la Comisión Sexta del Senado, de acosarla sexualmente.

En el testimonio, la mujer cuenta que cuando llegó a trabajar esa comisión lo hizo directamente para la oficina de Laverde y que en aquel momento se le asignaron tareas que cumplía en los tiempos señalados.

“Él (Laverde) me pidió que si le podía ayudar con otras cosas adicionales y por mí no había ningún problema… finalmente, yo iba a hacer unos informes que se le iban a entregar a ellos en una cuenta de cobro y yo iba a poner ahí todas las actividades que estaba realizando”, cuenta.

Cuando empezó a cumplir estas tareas, cuenta ella, comenzó a tener más cercanía laboral con Laverde. Dice que fue en ese punto cuando empezaron a suceder los primeros episodios. La mujer afirma que un día se quedó hasta tarde para terminar un informe y que antes de irse observó que Laverde seguía en la oficina.

“Yo estaba en el segundo piso, yo no sabía que él estaba en su oficina, en el primer piso de la comisión, y cuando yo decidí guardar las cosas e irme a hacer las cosas a la casa, lo encuentro ahí en su oficina. Me dice: ‘preste a ver, revisémoslo’; entonces, pues, yo subí a donde estaba mi computador, ubicado con él y en donde había unos cubículos de vidrio. Él cierra la puerta de vidrio con la llave que estaba ahí pegada y guarda la llave en su bolsillo. Yo en ese momento me sentí insegura, pero uno no espera que suceda absolutamente nada. Le abrí el citador, le mostré el informe y le dije que me iba a terminar a mi casa (…) Yo le digo: ‘bueno, ya me voy, muchas gracias secretario’. Él me agarra del brazo y me dice que por qué me voy a ir tan rápido. Yo me solté y salí corriendo de la oficina”, señala.

Cuenta que semanas después Laverde le volvió a solicitar un informe y que ese día vivió un episodio similar. “Me decía que yo era una mujer muy linda, que yo nunca le prestaba atención (…) y se me empezó a acercar. Yo agarré lo primero que tengo a la mano, que son unos lapiceros, y le digo que no sé lo que puedo hacer con eso, que se puede meter en un problema, (…) que por favor no se acerque más y yo lo que hago, de nuevo, es salir corriendo”, agrega.

“Al otro día me tocó volver porque había citación de comisión. (…) Entonces, él se sienta conmigo, buscamos una silla, vamos al corredor que queda fuera de la comisión y yo me siento al lado de él, para mostrarle lo que él me estaba pidiendo. Él me empieza a meter las manos dentro del vestido que yo tenía, por lo que me levanto de la silla, le digo que por favor pare, yo guardo todo y no vuelvo a la comisión”, relata.

La denunciante añade que luego de este episodio le pidió a una secretaría y a una compañera suya que todo el trabajo se lo enviara al correo y que le avisarán cuando Laverde no estuviera en la oficina para ir a entregar las cosas.

“Laverde nunca me escribió más, nunca me envió otro correo electrónico y ya después cuando iba a hacer mi cuenta de cobro nunca me pagaron (…) decían que yo nunca había enviado nada”, dice.

Finalmente, afirma que un día se acercó al área de contratación para preguntar si la podían reubicar y que le respondieron que no, que su contrato había finalizado. “El contrato de un mes me lo pagaron, pero el de tres meses no”, concluye.


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