Un informe interno del Servicio Secreto de EE.UU., publicado este viernes, revela que los errores de seguridad cometidos por esta agencia, encargada de proteger a presidentes y figuras políticas de alto perfil, fueron determinantes en el atentado que sufrió el expresidente Donald Trump en julio pasado, en el cual resultó herido en una oreja.

El análisis, realizado tras el incidente, es parte de las diversas investigaciones en curso y señala que los agentes asignados a la seguridad de Trump durante un mitin en Butler, Pensilvania, carecían de los recursos necesarios para comunicarse efectivamente con la policía local.
El informe también indica que los agentes no estaban preparados para detectar drones durante el evento y no habían discutido previamente la seguridad de las instalaciones que rodeaban el lugar del mitin.
El 13 de julio, Trump recibió un disparo en la oreja mientras se encontraba en un mitin. El atacante, un joven de 20 años que fue abatido posteriormente por el Servicio Secreto, disparó desde un tejado a unos 140 metros de distancia, logrando evadir el perímetro de seguridad.
Las críticas generalizadas tras el incidente llevaron a la dimisión de Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto, quien calificó el ataque como «el fallo operativo más grave del Servicio Secreto en décadas».




