
Imagen: Press Office Senator Van Hollen/AP Photo/picture alliance
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, sostuvo que el regreso de Kilmar Ábrego García a Estados Unidos es resultado de una orden de arresto y que será sometido a la justicia.
El inmigrante de El Salvador, Kilmar Ábrego García, que fue expulsado de su nación por «error», regresó a Estados Unidos este viernes (06.06.2025) y fue arrestado para ser sometido a un juicio por supuesta trata de personas, informó la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi.
El comunicado se produce después de un acuerdo entre el gobierno y los tribunales federales, incluyendo la Corte Suprema, que ordenó «simplificar» el retorno de este salvadoreño que estuvo encarcelado durante casi tres meses en El Salvador.
«Ábrego García ha llegado a Estados Unidos para enfrentar la justicia», afirmó Bondi en una conferencia de prensa, en la que subrayó que su regreso es resultado de una orden de arresto.
«Nuestro gobierno emitió una orden de detención a El Salvador y accedió a remitirla a nuestro país», agregó la fiscal general, quien expresó su agradecimiento al presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Este último corroboró esto. «Colaboramos con la administración Trump, y si requieren la reincorporación de un pandillero para lidiar con cargos, por supuesto que no nos opondríamos», publicó Bukele en la red social X.
«No más margaritas bajo custodia», bromeó, al rememorar la controversia generada cuando el gobierno autorizó a Chris Van Hollen, un congresista demócrata, a conocer a Ábrego García en el restaurante de un hotel en El Salvador.
Una representante de la Casa Blanca, Abigail Jackson, sostuvo que el retorno de Ábrego García «no tiene relación alguna con su deportación inicial».
«No se produjo ningún fallo», afirmó Jackson en X. «Retorna debido a que una reciente investigación ha desvelado delitos tan atroces, perpetrados en Estados Unidos, que solo el sistema judicial de Estados Unidos podría demandarle responsabilidad total», agregó con mayúsculas.
Ábrego García, de 29 años, residía en Maryland (noreste) hasta que fue uno de los más de 200 migrantes que fueron trasladados a una cárcel de El Salvador en marzo, en el marco de la estrategia de Trump contra la migración ilegal.
La administración desplegó en diversos vuelos a 238 venezolanos, incluyendo a presuntos integrantes de la pandilla Tren de Aragua, de acuerdo con la Ley de enemigos extranjeros de 1798, que hasta ese momento solo se empleaba en periodos de conflicto bélico.
No obstante, también a varios supuestos miembros de la pandilla MS-13. Hasta el momento, el gobierno acusaba a Ábrego García, un matrimonio con una mujer de Estados Unidos, de pertenecer a la MS-13, una acusación que su familia y abogados rechazan, razón por la cual nunca ha sido sentenciado.
Los letrados del Departamento de Justicia admitieron que el salvadoreño fue despedido debido a una «incorrectitud administrativa». En 2019, una corte anuló de manera definitiva la opción de deportarlo a El Salvador.




