El Salvador cae ante Guatemala en casa y complica su camino rumbo al Mundial

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La Selección de El Salvador sufrió una dolorosa derrota por 0-1 ante Guatemala en el Estadio Cuscatlán, en la tercera jornada de la ronda final de las Eliminatorias Mundialistas. El tanto de Óscar Santis al minuto 45 fue suficiente para que los visitantes se llevaran los tres puntos en un duelo marcado por la falta de efectividad y profundidad del conjunto salvadoreño. Con este resultado, El Salvador queda en el último lugar del Grupo A sin unidades, mientras las dudas aumentan en torno al proyecto de Hernán Darío Gómez.

El técnico colombiano, conocido como “Bolillo”, dirige actualmente al equipo salvadoreño, pero este encuentro tuvo un matiz especial: años atrás, él mismo fue seleccionador de Guatemala, lo que añadió un elemento de tensión emocional y narrativa al duelo. Sin embargo, en esta ocasión, el estratega no pudo encontrar la fórmula para superar a su exequipo, que supo resistir y golpear en el momento justo.

A nivel estadístico, El Salvador mostró una superioridad clara en posesión de balón con un 59% frente al 41% de Guatemala. También registró más pases (407 contra 301) y mayor precisión en ellos (81% frente a 76%). Sin embargo, estos números no se tradujeron en ocasiones claras de gol. De sus cinco remates, solo uno fue al arco, una cifra que refleja los graves problemas ofensivos que atraviesa el equipo.

En contraste, Guatemala fue mucho más eficiente. De sus cuatro remates, dos fueron al arco, y uno terminó en gol. La falta de contundencia de El Salvador volvió a ser su mayor enemigo, especialmente en el segundo tiempo, cuando intentó volcarse al ataque sin ideas ni variantes efectivas. A pesar del dominio territorial, la portería guatemalteca nunca estuvo realmente amenazada.

En el aspecto disciplinario, el partido fue parejo: ambas selecciones cometieron 17 faltas. El Salvador recibió una tarjeta amarilla y cayó dos veces en posición adelantada. Sin embargo, la frustración fue evidente entre los jugadores cuscatlecos, que vieron cómo se les escapaba un partido clave frente a su público, y ante un rival directo en la clasificación.

Otro dato que habla de la escasa agresividad ofensiva fue la cantidad de tiros de esquina generados: apenas uno a favor de El Salvador, contra cero de Guatemala. Esto demuestra la falta de profundidad en los costados y la poca capacidad para generar presión sostenida en campo rival, algo que preocupa seriamente al cuerpo técnico.

Con tres derrotas en tres partidos y un solo gol anotado en toda la fase, El Salvador está obligado a reaccionar de inmediato si quiere mantener vivas sus opciones de clasificación. Hernán Darío Gómez, con toda su experiencia y pasado en el fútbol centroamericano, tiene la tarea de reanimar a un equipo que luce sin respuestas. La derrota ante su exselección no solo fue dolorosa por el marcador, sino por la forma en que se produjo: sin ideas, sin reacción y con un futuro cada vez más incierto.


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