La situación de inseguridad en Neiva se ha agravado en las últimas semanas, con un preocupante aumento en el robo de contadores de agua y otros delitos menores. En particular, la carrera 16 con calle 30 en el barrio Los Andes, de la comuna 2, se ha convertido en un foco de preocupación para los residentes.
Los delincuentes, que han estado atacando hogares y propiedades, no solo están afectando a los ciudadanos en términos de pérdidas materiales, sino que también están generando un ambiente de miedo y desesperanza.
Exigencias
Ana María Sánchez, una de las residentes afectadas, expresó su frustración y angustia ante la creciente ola de robos. «Todos los días se presentan todo tipo de hurtos», subrayando la gravedad de la situación.
Según sus testimonios, recientemente una mujer fue apuñalada en el mismo sector durante un intento de robo, lo que ha intensificado la preocupación entre los vecinos. Los residentes han pedido a las autoridades locales que refuercen la vigilancia y el control, especialmente en las chatarrerías, que a menudo son el destino final de los objetos sustraídos.
Medidas drásticas por el robo de contadores de agua
El problema no solo se limita al robo de contadores de agua, sino que también afecta a la seguridad general de la población. Los ciudadanos han solicitado medidas drásticas para combatir el crimen, incluyendo el aumento de patrullajes policiales y la implementación de controles más estrictos en los negocios de compra y venta de chatarra.
Estos establecimientos deben ser monitoreados para asegurar que no estén facilitando la venta de bienes robados. Las autoridades también están siendo instadas a realizar campañas de concienciación para educar a los residentes. Sobre cómo prevenir robos y cómo colaborar con la policía para mantener la seguridad.
Propuestas
Para abordar de manera efectiva esta crisis de seguridad, se proponen varias acciones inmediatas. Primero, aumentar la presencia policial en las zonas más afectadas para disuadir a los delincuentes.
Segundo, establecer controles más rigurosos en las chatarrerías y otros puntos de venta de materiales reciclables. Tercero, instalar cámaras de seguridad en puntos estratégicos para ayudar a identificar a los responsables de estos delitos. Finalmente, fomentar la colaboración entre la comunidad y las autoridades locales mediante programas de vigilancia vecinal y reportes de actividades sospechosas.
Los neivanos esperan que estas medidas sean implementadas con urgencia para restaurar la seguridad y tranquilidad en sus vecindarios. La creciente ola de delincuencia ha puesto en evidencia la necesidad de una acción coordinada. Y efectiva para proteger a los ciudadanos y garantizar su bienestar.
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Pie de foto: Ana María Sánchez, afectada.




