Un nuevo desastre natural afecta a la comunidad campesina del norte de Antioquia. El río Cacerí arrasó con el puente de madera que los habitantes de la zona habían construido hace seis años para comunicarse con el casco urbano del municipio. Con la emergencia, más de 7.000 campesinos de 12 veredas quedaron completamente incomunicados.
El puente, levantado por la misma comunidad tras la pérdida del anterior por una creciente similar, fue destruido por la fuerza del caudal el pasado fin de semana, cuando las intensas lluvias provocaron el aumento del nivel del río.
“Hoy, por el invierno, la quebrada mantiene crecida y, prácticamente, no pudimos volver a entrar a la vereda”, relató Arelys Hoyos, una habitante afectada.
Campesinos en riesgo
Los pobladores han tenido serias dificultades para trasladarse a sus lugares de trabajo, asistir a clases y comercializar sus productos agrícolas. Algunos intentan cruzar el río a pie o en pequeñas balsas, poniendo en riesgo su vida debido a la fuerza de la corriente.
Comunidad pide un puente militar
Ante la emergencia, las comunidades rurales solicitaron la instalación de un puente militar provisional.
El secretario de Infraestructura de Antioquia, Horacio Gallón, informó que ya se están adelantando gestiones con la Alcaldía de Cáceres, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y el Batallón de Ingenieros del Ejército para habilitar una conexión temporal mientras el Invías construye una estructura definitiva.
“Estamos trabajando para instalar un puente militar lo antes posible y garantizar la movilidad de las familias campesinas”, señaló el funcionario.
Temporada de lluvias en aumento
El Ideam advirtió que la actual temporada de lluvias, que comenzó a finales de septiembre, se extenderá hasta diciembre. Octubre y noviembre serán los meses más críticos, con fuertes precipitaciones en gran parte del país.
Los departamentos más afectados serán Antioquia, Córdoba, Chocó, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Santander, Boyacá, Cundinamarca y La Guajira, entre otros. También se mantiene la alerta por posibles deslizamientos de tierra en zonas montañosas.
Mientras tanto, los habitantes de las veredas de Cáceres continúan aislados, a la espera de una solución urgente que les permita recuperar la movilidad y el acceso a los servicios básicos.

															


