
Cartago, Valle del Cauca. A las orillas del río La Vieja, un puente se ha convertido en sinónimo de miedo para conductores y vecinos. De noche, varios testigos aseguran haber visto la figura de una mujer vestida de blanco, llorando desconsoladamente, que aparece en la carretera para luego desvanecerse entre la niebla. El lugar es conocido como el Puente de la Llorona.
Apariciones que congelan la sangre
Habitantes de la zona describen a la mujer como una silueta etérea, siempre con un velo blanco y un llanto desgarrador que se escucha incluso a la distancia. Quienes dicen haberla encontrado cuentan que, al intentar acercarse, la figura desaparece en cuestión de segundos.
Un conductor de transporte intermunicipal relató a un medio local: “Pensé que era alguien pidiendo ayuda, frené y cuando bajé del carro no había nadie. Lo único que se escuchaba era un lamento que parecía venir del río”.
Reportes policiales y accidentes
Lo que distingue a este caso de la mera leyenda urbana es que la Policía de Cartago ha recibido reportes formales de choques y accidentes asociados a la aparición de la misteriosa mujer. Varios conductores han afirmado que, segundos antes de perder el control del vehículo, vieron a la Llorona cruzando la vía o parada en medio del puente.
Aunque las autoridades no han encontrado pruebas físicas de la aparición, los testimonios se acumulan y mantienen viva la inquietud.
Entre mito y realidad
La figura de la Llorona es una de las leyendas más antiguas de América Latina: una mujer condenada a vagar eternamente por haber perdido a sus hijos. En Cartago, la historia se actualiza con cada nuevo reporte y cada accidente inexplicado en el puente.
Mientras unos aseguran que todo se debe a la sugestión y a las condiciones de visibilidad en la zona —niebla espesa y escasa iluminación—, otros sostienen que se trata de un fenómeno real que advierte a los desprevenidos.
Un puente con doble historia
Hoy, el Puente de la Llorona no solo conecta dos orillas del río, también une la frontera entre la tradición oral y la crónica policial. Para muchos en Cartago, el misterio persiste: cada vez que cae la noche, nadie sabe si al cruzar el puente se topará con un simple tramo de carretera… o con el lamento más famoso de Colombia.




