Con una fuerte apuesta en materia económica, cultural y política, China se consolida como un actor
clave en el comercio global. En este artículo exploraremos los puntos principales de su estrategia
comercial expansiva en la región, algunas medidas implementadas y las nuevas oportunidades de los
vínculos comerciales para locales, empresarios y consumidores.
En la reciente reunión con líderes globales “1+10” en Beijing, Xi Jinping reafirmó el rol de China como uno de los principales motores del crecimiento económico mundial. También remarcó su interés en la cooperación internacional y la construcción de un mundo justo y de desarrollo común.
Actualmente, la RPC es el principal socio comercial de más de 140 países, con 21 acuerdos de libre comercio firmados e iniciativas económicas muy ambiciosas. Su objetivo expreso es la construcción de una economía global abierta e inclusiva.
Para el investigador de la UNICEN Javier Luchetti, la estrategia económica China privilegia: “la cooperación y promoción de inversiones con diferentes regiones del mundo». (RIPEA, 2024).
El experto señala que su distintivo en política exterior es buscar el beneficio mutuo y el intercambio de materias primas esenciales, especialmente con países en vías de desarrollo. A través del respeto por principios como la cooperación, la independencia, la soberanía y la no intervención en asuntos internos.




