El Gran Teatro Falla de Cádiz vivió una noche de tensión en el Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval (COAC) cuando el público reaccionó con abucheos y gritos contra una chirigota que incluía en su repertorio mensajes ultraderechistas y teorías conspiranoicas.
La agrupación, que ya había generado polémica en redes sociales antes de su presentación, subió al escenario con un repertorio que aludía a diversas teorías de la conspiración y defendía discursos propios de la extrema derecha. Sin embargo, apenas iniciada su actuación, el público comenzó a mostrar su rechazo con fuertes silbidos y consignas en contra del grupo.
La protesta fue creciendo en intensidad hasta el punto de hacer imposible el desarrollo normal de la actuación. Finalmente, la chirigota se vio obligada a abandonar el escenario antes de completar su repertorio.
Desde la organización del concurso, se ha defendido la libertad de expresión, pero también se ha recordado que el Carnaval de Cádiz es, tradicionalmente, un espacio de crítica social y sátira, donde el público tiene un papel fundamental en la respuesta a las agrupaciones.
El incidente ha reavivado el debate sobre los límites del humor y el papel del Carnaval como vehículo de expresión política. Mientras algunos sectores denuncian la «censura» del público, otros defienden su derecho a manifestar su rechazo ante discursos que consideran contrarios a los valores democráticos.
