Con el objetivo de asegurar el acceso al agua potable y enfrentar los desafíos del cambio climático, en Cundinamarca se anunció un ambicioso proyecto de inversión por $1,9 billones destinado a garantizar el suministro del recurso durante las próximas dos décadas.
La iniciativa contempla la construcción y modernización de infraestructura hídrica, la ampliación de redes de distribución y la implementación de tecnologías sostenibles que permitan optimizar el uso del agua. También se prevén programas de conservación de fuentes naturales y campañas de educación ambiental dirigidas a las comunidades del departamento.
De acuerdo con el plan, la inversión se ejecutará de manera escalonada, priorizando municipios con mayor riesgo de desabastecimiento y zonas rurales donde el acceso al agua es limitado. El proyecto busca beneficiar tanto a hogares como a sectores productivos, reduciendo la vulnerabilidad frente a sequías y emergencias ambientales.
Además, se incluirán estrategias de tratamiento y reúso del agua, alineadas con estándares internacionales de sostenibilidad, lo que permitirá aprovechar de manera más eficiente el recurso y garantizar su disponibilidad a largo plazo.
Con esta apuesta, Cundinamarca busca no solo mejorar la cobertura y calidad del servicio, sino también proteger a millones de personas frente a los efectos de la crisis climática, marcando un paso decisivo en la gestión integral del agua para los próximos 20 años.
