El estreno de René Rosero como director técnico encargado del Deportivo Pasto terminó en fracaso total. El conjunto nariñense cayó 2-0 frente a Junior de Barranquilla y dejó una imagen preocupante en el Metropolitano. La falta de experiencia del nuevo estratega fue evidente y el equipo jamás encontró el rumbo dentro del campo de juego.
Rene Rosero planteó un equipo tímido, replegado y sin ideas en ataque. La intención parecía ser aguantar el ímpetu del rival, pero el plan se vino abajo rápidamente. Pasto cedió la iniciativa y permitió que Junior manejara el ritmo, sin mostrar nunca una respuesta táctica para incomodar al local. El debut del técnico se sintió más como un experimento fallido que como un proyecto con dirección.
Las estadísticas son el reflejo de lo mal que jugó el equipo. Apenas 8 remates en todo el partido, con solo 2 dirigidos al arco, mientras el rival duplicó la producción ofensiva con 17 disparos. En la posesión también se vio la carencia de control: Pasto solo tuvo el balón el 41% del tiempo, quedando sometido a la presión constante del rival.
El déficit en la circulación fue otro de los pecados del debut de Rosero. El Pasto registró 301 pases en total, con una precisión apenas aceptable del 72%. En comparación, Junior superó los 400 pases y con un 82% de efectividad, dejando en evidencia la falta de trabajo y de mecanismos claros en el equipo nariñense. El mediocampo nunca logró conectarse y los delanteros quedaron aislados.
La falta de orden también se tradujo en indisciplina. Deportivo Pasto cometió 14 faltas, casi el doble que su rival, y acumuló 4 tarjetas amarillas. La desesperación y la poca claridad para recuperar la pelota mostraron a un equipo sin equilibrio, sin ideas y con un entrenador incapaz de ajustar en pleno partido.
Incluso en aspectos ofensivos básicos, el equipo de Rosero se quedó en cero. No generó ninguna jugada en posición adelantada, lo que refleja la poca presencia ofensiva y la carencia de riesgos en el área contraria. Además, apenas dispuso de 3 tiros de esquina, frente a los 4 de Junior, lo que evidenció la escasa llegada con peligro.
El debut de René Rosero deja más dudas que certezas en el Deportivo Pasto. Su falta de experiencia como técnico principal quedó al descubierto en un partido donde no supo leer los momentos, ni ajustar a tiempo. Si bien se trataba de una oportunidad para mostrar carácter y dar un golpe de autoridad, Pasto terminó siendo un equipo frágil, mal parado y sin alma, lo que convierte el estreno de Rosero en un verdadero tropiezo para los nariñenses.
