El paro de los arroceros sigue en pie tras la frustrante ruptura de las negociaciones el sábado 8 de marzo. La mesa de diálogo, que buscaba encontrar soluciones a la crisis que enfrenta el sector, fue levantada sin que se llegara a un acuerdo satisfactorio.
Gremio
Según los representantes del gremio, la principal razón para abandonar las conversaciones fue el agotamiento de los diálogos, especialmente en torno a la crucial cuestión del mejoramiento de los precios del arroz. A pesar de las múltiples reuniones, el Ministerio de Agricultura no ha logrado comprometerse a incrementar los recursos destinados a mejorar la situación de los arroceros, lo que ha generado gran desconfianza entre los productores.
El gremio asegura que la bolsa de 10.000 millones de pesos, destinada a los departamentos de Tolima, Huila y Meta, ha sido insuficiente para resolver la crisis. Las autoridades ministeriales, por su parte, explicaron que no hay recursos adicionales para incrementar esa cifra, lo que ha sumido a los arroceros en un estado de frustración.
Carlos Rojas, vocero oficial del gremio, expresó: «Decidimos levantarnos de la mesa porque ya se habían agotado todos los diálogos respecto al tema del mejoramiento del precio. La verdad es que no hay recursos, según el Ministerio, para aumentar esa bolsa de 10 mil millones de pesos.»
Además, el Ministerio de Agricultura anunció que se realizarán consultas jurídicas para redirigir 3.163 millones de pesos desde el Fondo Nacional del Arroz, recursos correspondientes a excedentes de dicho fondo. Estas consultas, junto con la coordinación con el Ministerio de Hacienda y otros organismos, buscan ofrecer una solución estructural a los problemas del sector. Sin embargo, los arroceros se muestran escépticos ante estas acciones y aseguran que, aunque las autoridades se comprometen a continuar las conversaciones, el paro indefinido continuará hasta que no se presenten propuestas claras y ajustadas a las necesidades reales del campo.
El futuro del sector arrocero sigue siendo incierto, y la tensión continúa creciendo en los campos de cultivo mientras los agricultores esperan soluciones concretas para garantizar la estabilidad económica del sector.




