
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, defendió públicamente a Armando Benedetti, acusado de violencia doméstica y de género, lo cual ha revelado un pacto inquebrantable entre ambos. Esta defensa ocurrió en un Consejo de Ministros, donde Petro justificó la inclusión de Benedetti en su gabinete y minimizó las denuncias en su contra, a pesar de las críticas de figuras clave de su gobierno, como Susana Muhammad y Francia Márquez. La situación expone la continua relegación del feminismo dentro del proyecto progresista de Petro. También se mencionan otros ejemplos similares de defensa a figuras controvertidas dentro de la administración de Petro, evidenciando una cultura patriarcal en el gobierno.
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